lunes, diciembre 11, 2006

CARTA DE UN PADRE A UN HIJO


Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. Te regañé porque estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta.Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te volví a regañar y te empujé para que fueras a cambiarte de inmediato.
Camino a la escuela no hablaste, llevabas la mirada perdida. Te despediste de mi tímidamente y yo sólo te advertí que no te portaras mal.
Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos tus pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos; que parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientras marchabas delante de mi te indiqué que caminaras erguido.Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto.Al poco rato mi ira comenzó a apagarse. Me di cuenta de que había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte una caricia, pero no pude. ¿Cómo podía un padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido?
Luego escuché unos golpecitos en la puerta. "Adelante", dije, adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación. Te miré con seriedad y pregunté: "¿Te vas a dormir? ¿Vienes a despedirte?"No contestaste. Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñosamente. Te abracé... y con un nudo en la garganta percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito. Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla. Sentí que mi alma se quebrantaba."Hasta mañana papito" me dijiste. ¿Qué es lo que estaba haciendo? ¿Por qué me desesperaba tan fácilmente? Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, a exigirte como si fueras igual a mí y ciertamente no eras igual.Tú tenias unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y, sobre todo, sabías demostrar amor.¿Por qué me costaba tanto trabajo? ¿Por qué tenía el hábito de estar siempre enojado? ¿Qué es lo que me estaba aburriendo? Yo también fui niño. ¿Cuándo fue que comencé a contaminarme? Después de un rato entré a tu habitación y encendí con cuidado una lámpara. Dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un bebé. Me incliné para rozar con mis labios tu mejilla, respiré tu aroma limpio y dulce. No pude contener el sollozo y cerré los ojos. Una de mis lágrimas cayó en tu piel. No te inmutaste. Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio. Te cubrí cuidadosamente con las cobijas y salí de la habitación.
Si Dios me escucha y te permite vivir muchos años, algún día sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo, ojalá te des cuenta de que, pese a todos mis errores, te amo más que a mi vida.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias de ante mano y de todo corazón te agradezco gracias a tu ayuda el retiro de las muchachas fué un éxito mil gracias y que Dios te bendiga
Montserrat Cerón

Anónimo dijo...

Erick, estuve mirando tu página, bastante interesante, Muy lindos tus mensajes.

Mel Rodrig

Anónimo dijo...

Erick :Cuando vuelvas de tus vacaciones , me gustaria seguir en
comunicacion. El mensaje de Las Aguilas , me gustaria recibirlo en Power Point y que pueda enviarlo en directo ,no soy muy practica con Internet, recibe
un gran saludo desde mi lindo Uruguay , Cristina Rodriguez.

Anónimo dijo...

APRECIADO SEÑOR HUERTAS, TUVE LA OPORTUNIDAD DE VER DETENIDAMENTE EL TEMA SOBRE EL AGUILA, Y DE AHI TOME SU EMAIL; FAVOR DISCULPAR SI LE MOLESTO, AL PEDIRLE DE SER POSIBLE ENVIARME ALGUNOS DE LOS TEMAS QUE TENGA, Y SI USTED TIENE A BIEN, HABLEME SOBRE SU VIDA, SU TRABAJO, SU FAMILIA, SU DIOS, TELEFONOS, DIRECCIONES, SERIA MUY BUENO.

MUCHAS GRACIAS, DIOS LO GUARDE DEL MAL.

--
JAIME MONTENEGRO Q.
PROFETA DE DIOS A LAS NACIONES
Colombia

Anónimo dijo...

Saludos desde Puerto Rico, le felicito por su web, me encanto el poema del padre. Me encantaria poder seguir en contacto, mi correo es susy_besitos@yahoo.com

Anónimo dijo...

¡Qué buena reflexión!!. En la Escuela de mis hijos se dio lectura de ella al inicio de la reunión de apoderados y realmente nos hizo trabajar internamente sobre el comportamiento con nuestros hijos.

Realmente, se agradece.