jueves, diciembre 21, 2006

CARTA DE JESUS DE NAZARETH


Querido Amigo:
Como sabrás, nos acercamos nuevamente a la fecha de mi cumpleaños, todos los años se hace una gran fiesta en mi honor y creo que este año sucederá lo mismo. En estos días la gente hace muchas compras, hay anuncios en la radio, en la televisión y por todas partes no se habla de otra cosa, sino de lo poco que falta para que llegue el día. (La verdad, es agradable saber, que al menos, un día al año, algunas personas piensan un poco en mí).
Recuerdo, el año pasado, al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta en mi honor; pero sabes una cosa... ni siquiera me invitaron. Yo era el invitado de honor y ni siquiera se acordaron de invitarme, la fiesta era para mí y cuando llegó el gran día me dejaron fuera, me cerraron la puerta, bueno, no la abrieron. Y, ¡yo quería compartir la mesa con ellos!La verdad no me sorprendió, porque en los últimos años muchos me cierran las puertas. Como no me invitaron, se me ocurrió entrar sin hacer ruido. Entré y me quedé en un rincón. Estaban todos bebiendo, había algunos que lo habían hecho demasiado, contando chistes, carcajeándose... Lo estaban pasando en grande...Para colmo, llegó un viejo gordo, vestido de rojo, de barba blanca y gritando: "Jo, jo, jo, jo...". Parecía que había bebido el que más de todos, se dejó caer pesadamente en un sillón, y todos los niños corrieron hacia él, diciendo: "Santa Claus"...¿Santa Claus? ¡Como si la fiesta fuera en su honor!
Llegaron las doce de la noche y todos comenzaron a abrazarse, yo extendí mis brazos esperando que alguien me abrazara, y... ¿sabes? nadie me abrazó. Comprendí entonces que yo sobraba en esa fiesta, salí sin hacer ruido, cerré la puerta y me retiré... Al salir, ví desde el exterior como todos se hacían infinidad de regalos... ¿Cómo te sentirías tú si el día de tu cumpleaños se hicieran todos regalos y a ti no te regalaran nada?
Tal vez creas que yo nunca lloro, pero esa noche lloré, me sentía destruído, como un ser abandonado, triste y olvidado.
Voy a contarte un secreto... He pensado que como pocos se acuerdan de mi en sus fiestas, voy a organizar mi propia fiesta, algo maravilloso, como la que jamás se ha imaginado nadie. Grandes invitados, Tu, mis amigos, mi familia, los pastores, los pobres, los abandonados... Todavía estoy haciendo los últimos arreglos por lo que quizá no sea este año. Estoy enviando muchas invitaciones y hoy, querido amigo, hay una invitación para ti. Sólo quiero que me digas si quieres asistir y te reservaré un lugar, escribiré tu nombre con letras de oro en el gran libro de invitados. A esta fiesta sólo habrá invitados con previa reserva, quedando fuera los que no respondan a mi invitación. Arréglate, ponte el traje de fiesta, porque cuando todo esté listo llegará mi Gran Fiesta...Hasta pronto, tu amigo
JESUS

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo creo que esta carta habre la mente de las personas acerca del sentido de la navidad. Tambien creo que el que lo haya escrito entendio muy bien el sentido de la navidad.

Espero que no le molesté que esté enviando la carata a la mayor cantidad de contáctos para que lo lean