martes, junio 13, 2006

EL ALPINISTA




Cuentan que un Alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria sólo para él y subió sin compañeros.

Empezó la ascensión y se le fue haciendo tarde, y más tarde..., y no se preparó para acampar..., sino que decidió seguir subiendo, y oscureció.
La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña; ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, ninguna visibilidad, y la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Escalando una pared, a sólo unos pocos metros de la cima, resbaló y se desplomó en el vacío a velocidad vertiginosa. El alpinista nada más podía ver veloces manchas oscuras... y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiosos momentos, le pasaron por su mente todos los episodios buenos... y no tan buenos de su vida.
Pensaba en la cercanía de la muerte y, sin embargo, de repente, sintió el fortísimo tirón de la larga soga que lo amarraba a las clavijas clavadas en la roca de la montaña.

En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le ocurrió más que gritar:
— ¡¡¡ AYÚDAME DIOS MÍO !!!

De repente, una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
— ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA?
— Sálvame Dios mío.
— ¿REALMENTE CREES QUE YO TE PUEDO SALVAR?
— Por supuesto Señor.
— BIEN, ENTONCES CORTA LA CUERDA.

Hubo un momento de silencio; y el hombre se aferró más aún a la cuerda...

Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando, muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda ... A TAN SÓLO DOS METROS DEL SUELO.

¿Y tú? ... ¿qué tan aferrado estás a tu cuerda? ¿Te soltarías?

No dudes nunca de Dios.
No debes decir ni pensar que Él te ha olvidado.
Y recuerda ... que Él te tiene siempre de su mano.

Si deseas una copia Power Point del presente mensaje, comunicate a erickhuertas@peru.com

No hay comentarios.: